Con el objetivo de reactivar la economía y permitir que las personas comiencen a salir del confinamiento, Uri Alon físico teórico y profesor de Biología de Sistemas en el Instituto Weizmann de Ciencias de Tel Aviv desarrolló una estrategia matemática que propone cuatro días laborables y diez de confinamiento, esto en caso de que la crisis del coronavirus se extendiera o se volvieran a presentar brotes.
Alon comenta: “Quienes se infecten durante los días de actividad pasarán el tiempo de contagio confinados en casa, sin extender el virus y sin infectar en la vuelta al trabajo”.
En resumen, el profesor realizó dos propuestas: dos días laborables y cinco de confinamiento o cuatro y diez; esta alternativa se definió gracias a que diferentes estudios señalan que la mayoría de las personas contagiadas es más infecciosa durante tres días.
Claramente este modelo podría tener variaciones al aplicarlo en la realidad, con el objetivo de desarrollar un confinamiento inteligente, debido a que muchos investigadores aseguran que mantener una cuarentena más larga, afectaría a la economía y convertiría la realidad en una situación insostenible.
Con esta alternativa queda claro que existe el riesgo de contagio, pero con la propuesta de Alon se podría controlar y devolver algo de normalidad a la vida de todas las personas, además de que nos permitiría ir activando la economía.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó de la desaparición de millones de puestos de trabajo y la reducción de los salarios, que afecta especialmente a quienes ya vivían por debajo del umbral de la pobreza.
El modelo que propone el Instituto Weizmann busca contribuir además en las necesidades psicológicas de todo individuo que necesita sentirse productivo.
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